La accesibilidad no solo es importante en los edificios, sino que es una obligación cuando se habla de edificios públicos. En los edificios privados las normas cambian, no obstante, hay casos en los que la comunidad de vecinos está obligada a afrontar obras que garanticen que todos los propietarios del edificio y sus familias pueden entrar y salir del mismo con garantías.

Cuando se habla de la rehabilitación de un edificio público la ley es clara, los edificios públicos tienen que ser accesibles para todo el mundo. Por eso, en muchos de estos edificios que tienen ya años y años a sus espaldas, se han llevado a cabo trabajos para garantizar el acceso a las personas con movilidad reducida o con sillas de ruedas. Muchas veces, estos accesos no son los ideales, sino los que eran posibles en aquel momento dadas las características del edificio. Pero, una vez que se afronta una rehabilitación general del mismo, hay que cumplir al dedillo con las leyes que cada comunidad autónoma tiene para garantizar los derechos de las personas con discapacidad.

De este modo, no solo se garantizará el acceso al edificio y a cada una de sus plantas, sino también a las distintas áreas que pueda haber en cada una de ellas, asegurándose de que cualquier ciudadano que acuda a recibir información pueda entrar en cualquiera de las zonas públicas destinadas a ello.

Pero no se trata solo de que los ciudadanos puedan acudir y recibir su información independientemente de que tengan o no una discapacidad, se trata también de que todos los trabajadores puedan llevar a cabo su trabajo. Y no olvidemos que en el sector público, cierto número de plazas se reserva siempre a personas con discapacidad, por lo que es fácil encontrarlas en las diferentes administraciones.

La ley hace referencia a la accesibilidad universal. Esta se ha de entender no como la creación de accesos específicos para gente con discapacidad, sino que siempre que sea posible, el acceso será único para todo el mundo, garantizándose que todos puedan utilizar los mismos medios. Las diferentes leyes de discapacidad de las comunidades autónomas ya tienen algunos años de vigencia y por eso, los edificios públicos son ya accesibles desde hace tiempo. Pero es esta accesibilidad universal la que se puede integrar a la hora de realizar rehabilitaciones actualmente.

Las obras de los edificios públicos se adjudican, generalmente, por concurso público y las empresas que optan a estas obras deben de incluir esta accesibilidad universal en sus presupuestos y proyectos.

 

  • Rehabilitación en edificios particulares

 

Muchos edificios, especialmente los más antiguos, tiene serias barreras arquitectónicas que impiden que personas con movilidad reducida, especialmente en silla de ruedas, puedan acceder a los mismos. Son numerosos los casos de portales con escalones para poder salvar un desnivel con la calle. Incluso los que cuentan con ascensores pueden tener escaleras dentro del portal que se deben de salvar antes de llegar al mismo.

Cuando hay vecinos que así lo necesitan, las comunidades deben de llevar a cabo trabajos de rehabilitación que hagan más accesible el edificio. Desde la eliminación de barreras arquitectónicas hasta la instalación de ascensores en aquellos edificios en los que no había, estos trabajos suelen ser importantes y suponen un desembolso económico para la comunidad. Por este motivo, más de una vez acaban envueltos en polémicas y discusiones.

Estas discusiones deberían de ser totalmente innecesarias ya que, por un lado, la ley obliga a la realización de estas obras, por lo que no es algo que pueda entrar en debate hacerse. Y, por otro lado, el dinero no tiene por qué ser un problema en este tipo de trabajos ya que todas las comunidades ofrecen ayudas muy importantes para encarar este tipo de rehabilitaciones que no se deben a un capricho o a un afán por incrementar el valor del inmueble, sino que surgen de una necesidad clara de facilitar el acceso a todos los propietarios e inquilinos.

Estas ayudas pueden hacer que las obras de rehabilitación sean fáciles de afrontar para cualquier comunidad de propietarios que incluso pueden financiarlas para que la parte que toca a pagar a cada propietario se entregue en cómodas cuotas mensuales. Y además, aunque hemos dicho que este no es el motivo que lleva a la rehabilitación, el valor de las viviendas también se va a ver incrementado al hacer el edificio más accesible.

Cualquier obra de rehabilitación encaminada a la accesibilidad de los edificios tiene que cumplir con diferentes reglamentaciones, por eso es muy importante contar con una empresa con experiencia en este tipo de trabajos que puedan llevar a cabo un proyecto serio, que cumpla punto por punto con la ley y que ofrezca a la administración pública o a los vecinos la mejor relación entre calidad y precio.

 

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